jueves, 30 de junio de 2011

UN MODELO DE ASESORIA Y TUTORIA VIRTUAL

UN MODELO DE ASESORIA Y TUTORIA VIRTUAL

Modelo Pedagógico Humanista Tecnológico de la Dirección Nacional de Servicios Académicos Virtuales.   

La Educación Virtual es el proceso de formación desarrollado mediante la incorporación de las tecnologías de la información y de la comunicación a través de Internet, en procesos presenciales y mediados en entornos virtuales de aprendizaje, que ofrecen una amplia gama de alternativas para la adquisición de competencias, conocimientos, habilidades y destrezas, basados en los principios de diferentes teorías del aprendizaje y de la instrucción.  

Este modelo responde las siguientes necesidades:
    • Apropiar conocimientos, habilidades y destrezas para desempeñarse de manera óptima en ambientes virtuales de aprendizaje
    • Comunicarse e interactuar en contextos de formación generados por el avance de las Tecnologías de la Información y las comunicaciones.
    • Interactuar con actores del proceso enseñanza-aprendizaje en el contexto de las tecnologías de vanguardia.
  1. Teorías que fundamentan el modelo Características del Modelo
    • Centrado en el aprendizaje
    • Incorpora estrategias didácticas y pedagógicas
    • El proceso de aprendizaje genera interacción entre todos los actores
    • Hay comunicación sincrónica y asincrónica
    • La evaluación del aprendizaje se fundamenta en nuevas técnicas de evaluación y coevaluación
    • La asesoría pedagógica (tutoría) como espacio para la reflexión en la práctica educativa
  2. Modelo pedagógico Comfenalco Tolima (Comfenalco) El e-learning , es un concepto de educación a distancia en el que se integra el uso de las tecnologías de la información y otros elementos pedagógicos (didácticos) para la formación, capacitación y enseñanza de los usuarios o estudiantes en línea, es decir, se puede entender como una modalidad de aprendizaje dentro de la Educación a distancia. http://ta.twi.tudelft.nl/users/vuik/numanal/wijngaarden1.jpeg
  3. Teorías que fundamentan el modelo Teoría de Gestalt : Esta teoría está basada en la influencia que tiene la percepción sensorial en el aprendizaje. Teoría Cognitiva: Afirma que gran parte del aprendizaje está dado gracias al desarrollo de mapas conceptuales y a la activación de mapas mentales previamente elaborados. El Constructivismo: El aprendizaje se da en la medida que el estudiante participe activamente en su proceso educativo. Esta participación debe ser fomentada en la educación virtual.
  4.  
  5. Modelo para un sistema de educación a distancia Dr. José Luis Pariente F.
    • Este modelo se construye a partir de 5 dimensiones
    • Dimensión Intencional
    • Dimensión Personal
    • Dimensión Pedagógica
    • Dimensión Estructural Organizativa
    • Dimensión contextual
     
  6. Dimensión Intencional : Se refiere a los propósitos de la educación, de que el docente se transforme en un individuo capaz de perfeccionarse continuamente, de convertirse en un hombre culto, un ciudadano responsable y democrático y sea capaz de desarrollar al máximo sus capacidades físicas, intelectuales, morales y estética. http://elearning.mteducacionyformacion.com/moodle/pix/cat/cursos_propuestas_mt.jpg http://carmesi.files.wordpress.com/2008/11/sincronicidad.jpg
  7. Dimensión Organizacional : Es una interacción entre estructuras y procesos creados por los individuos en un entorno determinado, con objeto de lograr metas específicas, esta dimensión aporta los recursos para el aprendizaje (hardware y software) y apoyos administrativos (matriculas, registros) Dimensión Pedagógica : La dimensión pedagógica en este modelo va más allá de los contenidos y los métodos y exige nuevos roles, tanto del docente, como de la comunidad de aprendizaje. En el caso del docente, su función principal se centra en las labores de planeación de los contenidos didácticos y en las funciones de tutelaje cognitivo, así como en las tareas propias de la evaluación de los aprendizajes Dimensión Personal: Es la naturaleza de los sujetos. Dimensión Contextual: formada por el entorno específico en el que opera el sistema. http://liberacionahora.files.wordpress.com/2009/12/dimensiones.jpg
  8. Modelo pedagógico mediacional en entornos virtuales: alternativa para el uso pedagógico de las tecnologías de la información y la comunicación ( María Lillyam López de Parra,Bell Manrique Losada ) Para que la virtualidad tenga posibilidades en la educación, se requiere de cambios de paradigma, puesto que las Nuevas Tecnologías de la Comunicación y de la Información (NTCI) no son sólo instrumentos tecnológicos sino semánticos; permiten el conocimiento, la comunicación y la intercomunicación y, posibilitan ingresar a la totalidad del ámbito del conocimiento, expandir capacidades mentales y de desarrollo humano http://www.universia.net.co/images/stories/articulos_canales/2007_09/2007_10_01_docent_virtual_1.jpg
  9. Dimensiones del Modelo Dimensión Filosófica Epistémica: Efectúa una reflexión acerca del tipo de hombre que se quiere formar y el conocimiento sistémico analizando las características de la sociedad. Dimensión Socio-Cultural: Estudia relaciones entre la sociedad la cultura y la educación teniendo en cuenta necesidades, motivaciones, competencias y estándares de calidad Dimensión Institucional: La institución educativa es analizada como organismo vivo y como sistema de aprendizaje: aprendizaje para procesos de enseñanza y enseñar para posibilitar aprendizajes Dimensión Comunicacional: Se cimenta en procesos de selección de la información y del acto de comunicar relaciones entre el pensamiento y lenguaje para la significación y comprensión mediante mediaciones comunicativas de interacción e interactividad que conlleven al diálogo soportado por las TICs http://www.zonaarroba.com/blogs/media/comunicacion_01.gif
  10. Dimensión Pedagógica: El enfoque pedagógico que se retoma en este modelo pedagógico propuesto es el socio-histórico-cultural, basado en las formulaciones teóricas de Vygotsky y desde este punto de vista la educabilidad del ser humano, objeto esencial de lo pedagógico, gira hacia la formación integral de los estudiantes, lo cual implica estar comprometido con la formación del tipo de hombre que la sociedad y la institución educativa tengan en perspectiva. Dimensión Didáctica : Tiene como objeto de estudio el proceso docente educativo en el cual el diseño curricular, el profesor, los estudiantes, la metodología, los medios y la evaluación están conexionados o relacionados en un proceso clave de organización educativa Dimensión Tecnológica: Confluyen las anteriores dimensiones y se concretan en la organización de entornos virtuales de aprendizaje y el diseño pedagógico de cursos virtuales o materiales multimediales.
http://temasmatematicos.uniandes.edu.co/Seminario/paginas/Seminario_06/libro.jpg







    CAPACIDADES DEL ASESOR

    CAPACIDADES DEL ASESOR Y TUTOR


    Asesor es el nombre que ha recibido el profesor en los sistemas abiertos y a distancia, con la finalidad de diferenciar sus funciones: mientras que en la enseñanza tradicional la función del docente es básicamente la información, en los sistemas abiertos y a distancia su función es de guía, de orientación, de retroalimentación y de motivación. Aunque en los sistemas indicados se dan dos tipos de asesor, su función en esencia es la misma. Un asesor está dedicado a los aspectos disciplinarios y el otro se concreta a los aspectos psicopedagógicos. Dicho en otras palabras, mientras uno es experto en contenidos (por ejemplo si se trata de una materia de ciencias básicas, el asesor es químico o físico o biólogo, etc.) mientras que el otro es un asesor en asuntos relacionados con el aprendizaje en sistemas abiertos: técnicas de estudio independiente, programación del tiempo de estudio, organización de las experiencias de aprendizaje, etc. Holmberg señala que una de las características de la educación a distancia, es la forma mediada de “conversación didáctica guiada”:
    “El estudio a distancia, es esencialmente autoestudio, pero el estudiante no está solo; se beneficia del curso y de la interacción con tutores (asesores) y la organización que apoya. Un cierto tipo de conversación en dos sentidos mediante la palabra escrita o por teléfono ocurre entre el estudiante y los asesores…”
    El asesor a distancia cumple alguno de estos propósitos pero no lo hace en forma presencial: su asesoría se da en tiempos o espacios diferentes y el contacto con los alumnos es indirecto, es decir, a través de medios. Algunas personas han dado en llamarle a este tipo de relación “asesoría virtual” pero, como discutiremos más adelante, esto es un barbarismo, su nombre correcto es asesoría a distancia.
    Entonces, el asesor a distancia es un profesor designado por la institución que imparte la educación, encargado de orientar, motivar o guiar al estudiante en aspectos propios de la disciplina que se está estudiando o en temas relacionados con el cómo estudiar o cómo aprovechar mejor los materiales que se le proporcionan.
    Es importante destacar que lo “distante” no es sinónimo de “virtual”. Recientemente se ha desatado la moda de calificar todo lo que ocurre en Internet o en los medios de comunicación como virtual, cuando tal vez lo que se quiera decir es “a distancia”. Mientras que la distancia se refiere al espacio que existe entre la escuela y el alumno, lo virtual se refiere a “aquello que tiene la apariencia de ser, pero no es”. Una escuela virtual sería la que ofrece educación, tiene asesores, materiales de lectura, otorga créditos y diplomas, tiene sección de registro escolar, etc., pero que no existe físicamente sino en forma digital. Pareciera una “escuela” por los servicios que ofrece, sin embargo nadie podría encontrar en el mapa dicha escuela. El abuso consiste en llamar “asesor virtual”, al profesor que nos otorga asesoría a distancia. Dicho asesor existe, es una persona de carne y hueso, está ubicado frente a una computadora y desde ahí nos asesora. Sus asesorías son reales y nos sirven para aprender.

    En principio debe tener las mismas que se le pedirían a un profesor tradicional, pero además debe tener un entrenamiento especial en aspectos relacionados con los sistemas abiertos y a distancia. Por ejemplo, debe estar convencido de que éstas son estrategias pedagógicas válidas, confiables y con mucho futuro. Una de las dificultades que han enfrentado los sistemas abiertos o a distancia, es el hecho que la mayoría de los docentes que se desempeñan como asesores dentro de ellos, fueron alumnos de sistemas tradicionales y no han recibido ninguna capacitación, ni formación que los habilite para desenvolverse en sistemas alternos, por lo tanto no comprenden su significado, su filosofía, sus estrategias y difícilmente creen en ellos. Existen asesores que confiesan que los sistemas abiertos son la caricatura de una ‘escuelita’. Éstos insisten en dar miniclases a sus asesorados y no adquieren ningún compromiso con el sistema, pues piensan que todo lo que se haga es inútil. Desafortunadamente, el medio social se ha encargado de promover esta idea y con frecuencia observamos los anuncios de ciertas escuelas que ofrecen estudios abiertos de “bachillerato en tres meses” o carreras de ‘técnico profesional en seis meses’, y naturalmente la gente tiende a pensar que son puro fraude. 

    En segundo lugar debe tener una gran capacidad para tratar con personas. Esta recomendación parece una contradicción pues si el asesor es “distante”, no va a tener trato con alumnos en forma directa. Pero, este es otro error de los que no conocen el sistema. El trato es mucho más personal, más individual, atendiendo a las características particulares de cada alumno. En un sistema presencial donde el profesor atiende grupos, lo más común es que ni siquiera conozca a todos sus estudiantes. Él llega a su grupo, da su clase, hace algunas preguntas, aclara algunas dudas y se va. Si acaso conoce a algunos alumnos, son aquellos que destacan por ser brillantes o por ser latosos. Sólo en casos especiales tiene otro tipo de relación con sus estudiantes, alguien que platica con él fuera de clase o alguien que le manifiesta una necesidad especial: más bibliografía, dudas personales o hasta situaciones familiares, pero fuera de eso no se conoce a nadie mas.


    El sistema a distancia exige que el asesor sepa exactamente quién es su alumno, qué necesidades tiene, qué capacidades, qué limitaciones, para así orientarlo mejor. Si su intención es sugerirle alguna actividad adicional, debe conocer sus aficiones y sus gustos. Todo esto, desde luego, requiere de una mayor compenetración entre asesores y asesorados. ¿Parece difícil? Depende. Si los mecanismos de retroalimentación no son expeditos, económicos, casi instantáneos, es más complicado. Pero si estamos pensando en el correo electrónico, el chat o la videoconferencia (VCI), esto debe darse de manera natural. La relación que se establece entre alumnos y maestros en el correo electrónico es demasiado personal, casi íntima y esto favorece el establecimiento de relaciones humanas más cálidas y estrechas que en la educación en aula, cara a cara. A través de estos medios los alumnos se sienten con más libertad de decir a su asesor cosas que frente a frente no le dirían. Con este tipo de relación no se puede iniciar una sesión de asesoría como si fuera una clase presencial; no puede el asesor iniciar la sesión con su “clase” sin antes saludar al asesorado, sin preguntarle cómo ha estado personalmente, qué problemas ha tenido con el material, etc.


    Esto nos lleva a que también se requiere un mayor nivel de esfuerzo, de compromiso y de preparación. En el sistema tradicional el profesor común se presenta ante el grupo, dicta una conferencia y ya cumplió. Los alumnos califican a estos maestros como “rolleros” porque lo único que hacen es soltar un “rollo” y se retiran. Solo les preocupa el aprendizaje cuando descubren, al calificar exámenes, que nadie les entendió. Y siempre queda la opción de salvarse de los errores cometidos alegando que ‘eso no lo dije yo’ o bien, ‘es que el alumno no estudió′.


    En una asesoría a distancia, no se trata de disertar ante un grupo y demostrar cuánto sabe el asesor, sino de orientar efectivamente al estudiante para que éste logre el conocimiento por su propia actividad. La información queda por escrito y las respuestas que recibe del asesor, no “se las lleva el viento”, sino que quedan registradas para análisis posteriores. De esta manera, se pueden establecer actividades remediales para cada estudiante.


    En tercer lugar el asesor a distancia debe estar bien informado sobre las fuentes alternativas de información para poder enviar al alumno a sitios seguros donde encontrar el dato que esté buscando. Ocurre que muchos se sujetan exclusivamente a la bibliografía que propone el autor del material que se esté usando, pero sin duda debe haber muchísimas otras fuentes que el alumno puede consultar, que inclusive pueden estar más disponibles que las recomendadas originalmente. Aquí se incluyen Internet, los CD-Rom, conferencias, congresos, videos y películas en exhibición comercial.


    En cuarto lugar el asesor debe conocer, saber usar y saber resolver los posibles problemas que presenten los diferentes recursos de comunicación que le permitan realizar alguna de las siguientes actividades:


    - Audio y video interactivo en dos vías enviado a múltiples sitios.
    - Exposiciones sincrónicas y asincrónicas con estudiantes que pueden acceder a ellas mediante redes multimedia desde su hogar, su trabajo o desde cualquier lado.
    - Discusiones electrónicas ‘en línea’ uno a uno o uno a muchos.
    - Charlas (Chats) informales acompañadas de queso, galletas y la bebida favorita de cada quien.

    En quinto sitio, el asesor debe conocer y usar los diferentes motores de búsqueda que existen en Internet, pues sólo así podría orientar y dirigir apropiadamente a sus asesorados en las investigaciones de contenido que necesiten hacer. Y esto no se refiere exclusivamente a saber muchas direcciones de Internet, sino a orientar efectivamente a sus asesorados, sobre cómo buscar, cómo refinar la búsqueda, cómo utilizar las “palabras clave”, cómo aprovechar mejor los “tips” que cada buscador ofrece, cómo saber si un documento encontrado es realmente lo que uno necesita o no, etc.

    Solamente restaría proponer algunas recomendaciones para mejorar la actuación de quienes se vean involucrados en asesorías a distancia. Naturalmente, estas recomendaciones han surgido de nuestra propia experiencia como asesores, pues aún no existen trabajos teóricos al respecto:


    - Tome siempre en consideración que su alumno está sólo, en contacto únicamente con el material.
    - Preocúpese por conocer perfectamente a su alumno.
    - Conteste siempre cualquier mensaje que le mande su asesorado, aunque le parezca que no lo amerita. Recuerde que el alumno no sabe si usted recibió o no el mensaje, o bien solo desea estar seguro de que usted sigue ahí, a su disposición. Por lo tanto, retroalimente apropiadamente cualquier comunicado de parte de él. Si recibió una tarea o un ejercicio que requiere análisis de parte suya, hágaselo saber al estudiante, enviándole un mensaje acusando recibo y señalando que después de la lectura le hará los comentarios pertinentes.
    - Proponga siempre actividades complementarias a las que vienen incluidas en el material didáctico.
    - Proponga un intercambio de fotografías entre usted y todos los integrantes de su grupo de asesoría. En el caso de los maestros, sus fotografías pueden estar incluidas en la página WEB donde resida el curso; y cuando esto no exista, sugiéralo como parte del conocimiento que se debe tener de los asesorados.

    Por último, y no por ser lo menos importante, debo hacer hincapié en un asunto colateral al aprendizaje pero de suma trascendencia: en la educación presencial el alumno se forja una imagen del maestro tomando datos de un sinfín de señales, por ejemplo los gestos del profesor, su vestimenta, la forma de mirar, el tono de voz en que habla, sus “tics” verbales, su paciencia (o impaciencia) con los alumnos, etc, etc. Pero en la educación a distancia, la imagen del asesor se forma casi exclusivamente a partir de su comunicación escrita.

    Lo que el asesor escribe y la forma como lo hace son casi las únicas señales a partir de las cuales el alumno forma la imagen del profesor. Entonces resulta fundamental que el profesor se preocupe por su ortografía, por la sintaxis, por un estilo personal de escritura que sea sobrio sin ser rebuscado, simple sin ser banal, directo sin ser agresivo.

    Debemos recordar que la confiabilidad de lo que un maestro expresa, depende en mucho de la manera como lo hace. Si escuchamos a un maestro titubeante, tendemos a descalificarlo como experto del tema que está tratando. De la misma manera, si leemos un texto vacilante o confuso, perdemos la confianza en quien lo escribió y por tanto la credibilidad.





    MODALIDADES DE TUTORIAS

    MODALIDADES DE TUTORIAS

    Acción tutorial proactiva mediante la utilización de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (NTIC's). La tutoría proactiva se lleva a cabo a demanda del profesor. La misma se fundamenta en la construcción del conocimiento.
    Un tutor proactivo deberá demostrar seguridad en sus decisiones, las que deberán ser rápidas y oportunas, y poseer iniciativa que le permita prever y anticiparse a los hechos.

    Por último, en las tutorías semi-presenciales, como ocurre en el blended-learning, podría pensarse en una combinación de ambas acciones tutoriales

    La educación a distancia se realiza a través de diferentes medios de comunicación:
    Correo postal
    Teléfono
    Radio
    Televisión
    Videocassette
    Audiocassette
    Internet
    Se hace necesario que los tutores de educación a distancia, según el medio a utilizar, dominen los lenguajes de cada uno de ellos, y las herramientas necesarias para utilizarlos.

    En las tutorías mixtas, se pueden distinguir dos líneas de intervención, una de apoyo orientado al desarrollo personal y a la motivación de los estudiantes y otra que se orienta hacia su rendimiento académico.
    Ambas constituyen un complemento de la función docente habitual. La primera tiene como función principal generar la reflexión y autoanálisis de los estudiantes para que tomen conciencia de sus dificultades y se propongan superarlas. El docente-tutor orienta, apoya y asesora a cada estudiante y al grupo en general. Se busca que los alumnos lleguen a desarrollar un aprendizaje autorregulado, es decir un proceso en el que el propio sujeto pueda establecer sus metas y luego regule y controle los pasos que lo conducen al logro de los objetivos educacionales.
    Con respecto a la segunda línea, su función es generar en los estudiantes nuevas competencias y habilidades y una mejora en su rendimiento académico. Se busca detectar en forma personalizada, las dificultades que pueden experimentar, conocer sus hábitos de trabajo y estudio en la situación concreta de aprendizaje, y contribuir a la toma de conciencia reflexiva sobre su propio desempeño.

    Tutor o docente virtual?
    Este interrogante surge muchas veces desde los alumnos, a través de los distintos tipos de tutoría, ya que desde la mirada de alumno no se tiene bien definido cuáles son las competencias, deberes y responsabilidades de uno y otro, amalgamándose ambos roles.
    Pareciera ser que con las nuevas propuestas de educación a distancia el rol del tutor sobrepasa o mejor dicho pasa a primera plana sobre la figura misma del docente. Es común que no separen la figura del tutor y del docente. En este sentido cabe aclarar que el rol del tutor forma parte de la función docente, es decir la incluye, ya que acompaña y orienta al estudiante.
    La tutoría por definición en los entornos virtuales realiza un acompañamiento global, tratando de generar en el alumno todas aquellas motivaciones que le permitan participar activamente de ese proceso de enseñanza y aprendizaje. Son tareas inherentes al tutor desarrollar habilidades desde lo pedagógico, lo social, técnico y administrativo y van desde la orientación al realizar las inscripciones, apoyo en el desarrollo del curso, la dinamización y guía en el desarrollo de los contenidos orientando de manera personal a cada alumno a fin de alcanzar con éxito las metas propuestas.
    A través del diálogo efectivo favorecerá el aprendizaje activo, la construcción de aprendizajes coopertativos y colaborativos a través del monitoreo y moderación de los grupos de trabajo.Y es aquí donde surge el elemento fundamental de esta relación: la comunicación, que difiere de las comunicaciones que pueden generarse de manera presencial, semipresencial , como elemento esencial de la calidad educativa.
    Es necesario redefinir los escenarios y la forma de interactuar a través de nuevos procesos comunicacionales a través de las diferentes interrelaciones e se produzcan entre los alumnos y el contenido, entre los alumnos y el docente y entre los alumnos entre sí.
    Entonces este conjunto de interacciones es necesario definirlas como un entramado pedagógico que debe concretarse en la organización y distribución de la información (materiales y recursos), la acción del tutor y la interacción social que se desarrolle.


    Educación virtual y tutoría.
    Las tutorías se pueden categorizar en:
    Tutorías pedagógicas: Este tutor participa en el diseño de la propuesta curricular y su función implica la orientación, motivación y comprensión empática del alumno. Asistencia pedagógica y tecnología. Programación de las actividades a realizarse.
    Tutorías académicas: Son los expertos en contenidos, responsables del diseño de la asignatura.

    Campo problemático. En materia de educación virtual, a menudo suele ocurrir que cuando el experto en contenidos y el procesador didáctico, trabajan separadamente no se llega a buenos resultados. Asimismo, también ocurre que docentes acostumbrados a dar clases presenciales, cuando se les invita a producir textos expositivos sobre esas mismas clases, los mismos no resultan adecuados a la hora de facilitar la comprensión del alumno en entornos virtuales. Inevitablemente, la producción de materiales virtuales debe consistir en un trabajo de equipo.

    http://ctevoctubre09.wikispaces.com/4-+Modalidades+de+tutor%C3%ADa.




    FIGURA Y CUALIDADES DEL PROFESOR

    LA FIGURA DEL TUTOR A DISTANCIA


    Ser paciente y amable en una palabra, tolerante con la persona que está a nuestro cargo . Debemos recordar, que principalmente al comienzo el educando suele sentir temor y soledad en esta forma de trabajo.

    - Ser equilibrado- Dar a todos las mismas posibilidades de participación, especialmente en los foros, chats y todo tipo de trabajo colaborativo. Debe saber animar al más tímido y frenar al más impulsivo.
    - Generar confianza y calidez, en una palabra manifestar empatía hacia todos los educandos.
    - Ser claro y preciso en sus indicaciones y explicaciones, recordando la distancia que hay en el proceso, aunque el Tutor trate de contestar o ayudar al alumno rápidamente, o que los compañeros se comuniquen con el .
    - Rápido en sus respuestas .Es muy importante que el Tutor conteste con rapidez y eficiencia lo que se le pregunta, tratando de que el alumno lo sienta presente aunque no lo vea en forma permanente.
    - Poseer solidez pedagógica y académica, lo que le va a permitir dar seguridad a los participantes. También debe tener conocimiento de las herramientas informáticas, aunque no debemos confundir al Tutor con un profesional de la informática. Por el contrario sería bueno, que a este lo acompañara un especialista en el tema.
    - Ser capaz de planificar en forma sistemática y responsable los diferentes módulos con que se va a trabajar, respetando los plazos establecidos
    - Ser a la vez creativo y flexible, adaptándose con facilidad a los imprevistos que puedan surgir. Recordemos que trabajamos con personas diferentes entre si, muchas veces de distintos lugares y orientaciones,y que estas trabajan con máquinas, las cuales les pueden presentar variados problemas técnicos.
    - Ser capaz de realizar un seguimiento académico y motivacional a cada uno de sus estudiantes, lo que le debe permitir conocerlos bien . Jamás abandonar un alumno, atraerlo o estimularlo de todas las formas posibles.
    - En una palabra, ser responsable de su trabajo tratando de que el proceso llegue a buen término.

    Entender la naturaleza y filosofía de la educación a distancia.
    • Identificar las características de los estudiantes que aprenden físicamente    separados del docente.
    • Idear y desarrollar cursos interactivos adaptados a las nuevas tecnologías.
    • Adaptar las estrategias de enseñanza al modo de entrega en la modalidad a    distancia.
    • Organizar los recursos instruccionales en un formato apropiado para el estudio    independiente.
    • Formar y practicar en el uso de los sistemas de telecomunicaciones.
    • Implicarse en la organización, planificación colaborativa y toma de decisiones.
    • Evaluar los logros de los distantes estudiantes, sus actitudes y percepciones.


    http://www.eumed.net/rev/cccss/03/sl.htm


    CUALIDADES DEL TUTOR A DISTANCIA


    Lentell (1995) nos habla de que el tutor de enseñanza a distancia ha de ejercer y mostrar condiciones de apoyo, entusiasmo, ánimo, empatía, demostración, explicación, clarificación, ubicación de objetivos, evaluación, realimentación, corrección, graduación. En definitiva, estas características y las señaladas anteriormente para los tutores harán de éstos, sin duda, unos auténticos superhombres.
    Si tratásemos de resumir todas estas cualidades, resulta de interés la aportación de Spruce y otros (1988). En todos los ámbitos educativos se ha insistido en averiguar cuáles podrían ser las cualidades ideales del tutor u orientador. Ha sido mucha la literatura escrita sobre la cuestión. De todas formas, a pesar de la variedad de perspectivas y conclusiones de todos estos estudios, parece que básicamente se reiteran cuatro cualidades principales en el tutor que fundamentan una buena acción tutorial o dificultan, en casos de ausencia, esa labor. Estas cualidades son:
    cordialidad, aceptación, honradez y empatía. Vamos a aproximarnos a cada una de ellas.

    1- Cordialidad
    La cordialidad es la capacidad de hacer que las personas que tratan con nosotros se sientan bienvenidas, respetadas y cómodas.
    Podemos mostrarnos cordiales ante los alumnos, en los distintos tipos de contacto, a través de:
    • El lenguaje corporal, gestos, expresiones, etc.
    • Tono de voz (atención al teléfono)
    • Lo que se dice y escribe y cómo se dce.
    Pueden dificultar la cordialidad:

    • Los propios sentimientos. Difícilmente transmitiré cordialidad si no estoy o me    siento bien en ese momento.

    • Falta de confianza, timidez
    • Excederse en el trato afable puede entorpecer la relación. Tratar al alumno    como nos gustaría que lo hiciesen con nosotros.
    • Relación con alumnos molestos, airados, deprimidos o problematizados por    cuestiones ajenas al estudio que realizan.

    2- Capacidad de aceptación.
    Es fundamental que el alumno esté relajado y satisfecho. Aceptar la realidad del estudiante a través de la relación presencial, postal, telefónica, etc., es fundamental. En sus contactos con el tutor debe quedar convencido de que es merecedor de respeto y atención. Criticar airadamente las acciones del estudiante pueden llegar a romper la comunicación, la cordialidad y la cercanía.

    3- Honradez.
    Sinónimo en este caso es la autenticidad. Ser honrados o auténticos no creando en el estudiante falsas expectativas sobre lo que podemos ofrecerle o sobre el curso que piensas realizar o está cursando. Cuidad los sentimientos manifestándonos con honestidad, sin complejo de superioridad y poseedores de toda la verdad.

    4-
    Empatía.
    El concepto de empatía debemos distinguirlo de los de simpatía e identificación. Empatía significa sentir el daño, la tristeza, la alegría o la satisfacción del otro de la forma más aproximada a como éste lo siente.
    Es decir, ponernos en lugar del otro. Es quizás la empatía la cualidad más importante que puede poseer un tutor. Sendo la simpatía muy beneficiosa como ayuda natural e inmediata, difícilmente resuelve problemas o ayuda a las personas a cambiar.
    Todo tutor debe cultivar la capacidad:
    Capacidad de escuchar y leer.
    Nos encontraremos con un tutor ideal, si a las cuatro cualidades reseñadas añadimos la capacidad de una escucha y lectura activa e inteligente.
    Por escucha/ lectura activa podemos entender la actitud de interés por lo que se le cuenta. En su caso, se debe notar que se está escuchando o que se leen con atención los mensajes o trabajos por él enviados. Se debe mostrar un alto grado de comprensión y respeto, pero que se note.
    Por escucha/lectura inteligente debemos interpretar que el tutor debe escuchar/ leer lo que se dice /escribe y lo que no se dice/ escribe intencionalmente o inconscientemente. Esa inteligencia debe animar al estudiante a expresar sus sentimientos y preocupaciones sin verse sometido a coacción. Para cultivar esta capacidad de escucha, podemos señalar cuatro técnicas fáciles de utilizar, siguiendo a Spruce y otros (1988), en este caso referido sólo a la escucha:
    • Reflexión o reflejo. Se trata de reflejar el sentimiento o idea dominante de lo que acaba de decir el estudiante, resumiendo o parafraseando sus palabras, omitiendo toda evaluación crítica y toda opinión. No consiste en repetir sencillamente las últimas palabras del estudiante, sino de reformular la afirmación, de tal forma que se estimule al estudiante a proseguir.
    • Evitar preguntas que se pueden responder con un SI o un NO y las preguntas que comienzan: ¿Por qué? Estas preguntas tienden a cortar el flujo natural de los pensamientos de un estudiante. Tienden a considerar el contacto, relación o entrevista como un interrogatorio y ponen al estudiante a la defensiva.
    • Recordar que se sigue escuchando. Tanto en la relación presencial como telefónica resulta interesante seguir recordando al estudiante que se le sigue escuchando (especialmente por teléfono), a base de sonidos, ruidos o palabras breves (ya, si, hum,uh-uh,etc.). Así, sin interrumpir se intercalan estos sonidos para que el estudiante perciba que se le está siguiendo.
    • Escuchar el silencio. No interrumpir durante los vacíos de una conversación. A veces, el silencio es embarazoso y amenazante, por eso procuramos rellenarlo con algún comentario. Con frecuencia esto no es necesario porque al hacerlo estamos cortando la lenta reflexión del alumno.
    1- Funciones Tutoriales en la Enseñanza a Distancia.
    En la docencia presencial, mediante la metodología tutorial, basada en la ayuda y trato personal con el alumno, se procura complementar las enseñanzas que, a través de clases magistrales o conferencias, se imparten en los centros convencionales . No se trata de transmitir más información al estudiante, sino de ayudarle a superar las dificultades que le plantea el estudio de las distinta materias o cursos. Éste es el sentido que pretende darse al tutor de la enseñanza a distancia, la mayoría de cuyos centros o instituciones disponen de servicios de tutoría que intentan reducir la distancia.
    El tutor deberá esforzarse en personalizar la educación a distancia mediante un apoyo organizado y sistemático , que propicie el estímulo y orientación individual , la facilitación de las situaciones de aprendizaje y la ayuda para resolver las dificultades del material didáctico. Por eso esta ayuda se convierte en elemento esencial y no secundario para un adecuado proceso de enseñanza y aprendizaje. La tutoría, en efecto, conforma un componente de primer orden en los sistemas a distancia dado que, a través de ella se lleva a cabo en gran parte, el proceso de retroalimentación académica y pedagógica, se facilita y se mantiene la motivación de los alumnos que se valen de ella (Viser, 1998), y apoyan los procesos de aprendizaje.
    El tutor ha de combinar estrategias, actividades y recursos que actúan como mediadores entre una materia o curso y el estudiante, con el objeto de incrementar su entendimiento de los materiales de enseñanza y, en consecuencia, su rendimiento académico en el contexto del sistema de educación a distancia. El tutor es considerado un elemento importante en la red de comunicación que vincula al estudiante con la institución. Alrededor del 90 % de las instituciones a distancia disponen de organización para el apoyo y orientación a los estudiantes (Holmberg, 1985). Al tutor, efectivamente, le compete fomentar esa necesaria relación de comunicación intensa y personal con el alumno y facilitarle su consejo para ayudarle a resolver los problemas de aprendizaje e incluso personales. Este último autor, refiriéndose a los estudiantes de las instituciones a distancia, señala lo siguiente (Holmberg,1985:87).
    "La experiencia acumulada nos indica que los estudiantes actuales y futuros necesitan servicios de asesoramiento, tanto de carácter puramente informativo como también en el plano del aliento moral. Necesitan información acerca de las líneas de estudio que les interesan, adónde conducen y cómo son. En muchos casos, también desean tener acceso al consejo personal antes de tomar la decisión de estudiar y durante el estudio."
    Parece aceptarse por buena parte de las instituciones a distancia que la función del tutor puede concebirse en una doble dimensión , ayudar al estudiante a superar las dificultades que se presenten en el estudio de los contenidos y orientarles en el buen uso de los materiales (Lamps,1980:18).
    Aunque también es muy importante la relación personal y profesional con los restantes tutores del centro, con el fin de propiciar la necesaria acción coordinada.
    2- Visión Especializada de las Funciones del Tutor

    A- FUNCIÓN ORIENTADORA (Counselling)
    En la enseñanza a distancia el contacto personal queda reducido al mínimo, y por ello, se podría hacer patente la despersonalización del proceso de enseñanza aprendizaje. Pero ¿será posible en la enseñanza a distancia llevar a cabo funciones tales como la motivación al estudio, la crítica de los contenidos transmitidos, la aplicación de esos conocimientos, la formación, en definitiva? La orientación personal, la ayuda individualizada y el contacto con los compañeros que están en situación similar posibilitan esta formación.
    La relación entre tutores y alumnos aminora las tasas de abandonos que soportan estas instituciones y estimula al que piensa que está poco dotado intelectualmente para acometer la tarea porque, trabajar en solitario predispone al desaliento.
    LLos estudiantes a distancia se desaniman fácilmente..., al no contar con tutores con los que comentar lo que no entienden ni con compañeros con los que compararse, que les permitan comprender que no son los únicos que tienen dificultades"(Rowntree, 1986: 117)
    Entendemos que la orientación debe integrarse plenamente en el proceso educativo de los alumnos desde la vertiente no meramente de exploración psicológica y consejo orientador, sino como ayuda continua a la personalidad del educando de forma que éste pueda adoptar libremente los pertinentes puntos de vista personales, precisos para decidirse por las alternativas más convenientes y ajustadas a su personalidad, entorno y posibilidades de entre las múltiples que les brindará el entorno. Hace más de tres lustros entendíamos una notas básicas que debía conllevar el proceso orientador, que adaptado a la educación a distancia, podríamos resumirlas en las siguientes (García Aretio, 1985)
    • Integralidad. Orientación dirigida a todas las dimensiones de la persona.
    • Universalidad. Orientación dirigida a todos los individuos tutelados, sean esto más o menos inteligentes, dado que no existe alumno que no esté problematizado, que no tienda a alcanzar nuevas y más altas cotas de eficiencia al enfrentarse a problemas nuevos.
    • Continuidad. Orientación realizada a lo largo d todo el proceso de enseñanza-aprendizaje. No debe tratarse de meras intervenciones esporádicas y no planificadas.
    • Oportunidad. Orientación que, al margen de la continuidad, deberá atender de manera especial a los momentos críticos del proceso: inicio de los estudios, previsibles fases más complejas, preparación para la evaluación final.
    • Participación. En el caso de tratarse de alumnos matriculados en más de una materia o curso de la misma institución, deberá cuidarse la coordinación y participación en el proceso de todos los tutores implicados.
    La función de orientación y ayuda del tutor; centrada fundamentalmente en el ámbito afectivo, de las actitudes y emociones, podría concretarse en las siguientes tareas (García Aretio, 1987,1994, 1999):
    • Informar a los participantes sobre los objetivos y contenidos del curso o materia en cuestión, ayudándoles a clarificarlos pidiéndoles su opinión y destacando la relevancia de unos y otros.
    • Aclarar los prerrequisitos necesarios para acometer el estudio del curso o materia, ofreciendo ayuda específica a los alumnos que tuvieran determinadas deficiencias, con el fin de nivelar sus mínimos.
    • Guiar la planificación y desarrollo del proceso de aprendizaje. Proponer caminos posibles para el logro de objetivos y contenidos.
    • Integrar los progresivos objetivos y contenidos de aprendizaje en la globalidad de la materia o curso, destacando los aspectos fundamentales y los elementos de interconexión con otras unidades de estudio.
    • Prevenir con antelación suficiente loas previsibles dificultades y problemas de aprendizaje que pudieran surgir y cuando éstos afloren, aclarar las dudas.
    • Reforzar los materiales de estudio interpretándolos, cuestionándolos y supliendo sus deficiencias, mediante la discusión y aclaración de dificultades y problemas, las complementación de lagunas en los contenidos y la ampliación de éstos.
    • Mostrar las diversas metodologías de estudio del curso o materia correspondiente. Regular la secuencia, ritmo e intensidad de aprendizaje.
    • Esforzarse por relacionar los objetivos y contenidos de estudio con las necesidades e intereses del participante justificando permanentemente su utilidad.
    • Facilitar a los estudiantes la integración y uso de los distintos recursos puestos a su disposición.
    • Facilitar y fomentar el uso de bibliotecas, mediatecas, talleres, laboratorios, computadores, etc., así como las visitas a museos, exposiciones, monumentos, fábricas, centros e instituciones, siempre en función de la índole y nivel del curso o materia.
    • Realizar las tareas de evaluación encomendadas y aplicar las diversas técnicas que lo permitan:
        - Valorar inicialmente al alumno para orientar, enjuiciar y discriminar.
        - Valorar de forma continua el grado de dominio de los aprendizajes.
        - Diagnosticar las dificultades del aprendizaje.
        - Determinar las causas de estas dificultades.
        - Recomendar las tareas pertinentes para superar las deficiencias detectadas.
        - Informar formativamente a los alumnos de los resultados de la evaluación de       sus aprendizajes, devolviendo los trabajos y pruebas (corregidas, calificadas       y comentadas) con la mayor inmediatez y siempre dentro de los plazos       establecidos, si los hubiere.
        - Retroalimentar el sistema.

    B-
    FUNCIÓN INSTITUCIONAL Y DE NEXO.
    Las funciones anteriores deberán complementarse, con las que hagan referencia a su propia formación como tutor, a cuyos contenidos básicos después nos referimos, a las de enlace entre estudiante e institución y las inevitables de carácter institucional y burocrático. Estas funciones, de manera más específica que las referidas a los dos anteriores bloques, precisan, en muchos de sus apartados, de la clarificación de las características, dimensiones y organización de cada institución en particular.
    Para ello, y con la salvedad descrita, EL TUTOR DEBERÁ:
    • Participar de la filosofía que comporta el sistema de enseñanza a distancia en general e identificarse con la cultura particular de la institución.
    • Conocer los fundamentos, estructuras, posibilidades y la metodología de la enseñanza a distancia en general y particular de la institución y mantenerse permanentemente actualizado mediante la participación en las actividades de formación que a tal efecto puedan organizarse.
    • Colaborar y mantener los contactos convenientes con los profesores -últimos responsables del curso- si existen- y con los demás tutores o consultores que incidan en el mismo alumno, con el fin de llevar a cabo una acción coordinada que evite el desconcierto de éstos.
    • Elaborar los pertinentes informes tutoriales basados en los trabajos de evaluación a distancia y del conocimiento directo del participante, con el fin de enriquecer la evaluación final si la responsabilidad última de ésta no es del tutor.
    • Conocer y evaluar los materiales de estudio, así como las restantes variables curriculares (objetivos, contenidos, secuencia, incentivos, método, actividades, evaluación, etc.) y emitir los correspondientes informes, con l fin de realimentar el proceso.
    • Informar a los alumnos durante el período de preinscripción de las características del sistema y de la oferta concreta de cursos de la institución.
    • LLevar al día el trabajo burocrático preciso referido al expediente o protocolo del estudiante, registrando en él todos los datos requeridos al inicio y las incidencias propias del proceso y resultados del aprendizaje.
    • Prever los trabajos y ayudas específicas que requieren alumnos con determinadas dificultades, impedimentos o desventajas (reclusos, enfermos, alumnos en el extranjero, discapacitados, etc.)
    Finalmente, pensamos que el tutor no debe olvidar qué opinión tiene de él, el grupo de estudiantes que atiende, porque el valor que las percepciones de los alumnos hacia los roles de sus tutores afectan positivamente a la mejora de la tarea de éstos.(Stevenson y otros, 1996).

    http://www.cird.org.py/formadores/Modulo9.html